ARTES Y COSTUMBRES EN LOS PUEBLOS DE SIERRA MAGINA


Antiguo lavadero situado en el Pilar de las Machorras Jimena Jaén 
Corrían los años 1800, y era impensable que tu viéramos lavadora, ¡no teníamos agua en la casas! Estos menesteres los teníamos que hacer en la fuente del lavadero. Jimena llego a tener dos lavaderos uno cubierto y otro al aire libre.

Las mujeres lavando en la acequia, a veces se regaba el olivar y no llegaba el agua a la fuente lavadero. Jimena Jaén
El lavadero servia de centro de comunicación, se sabia si una mocita la había dejado el novio, cuando daban a luz la hija de Catalina la "toleta" la Remedios, en una palabra se "cocían" todos los comentarios del pueblo, las mujeres se ayudaban unas a otras, tendían la ropa y cuando se secaba se iban juntas, el ir a lavar la ropa era una forma de quedar con las amigas y echar un rato de "chachara".
La ropa blanca es lo primero que lavaban , no existían las lejías, enjabonaban la ropa con jabón casero y la tendían, con el sol se soleaba quedando blanca y con  un olor a limpieza.  En el paraje de Vila,conocido también como Santa Ines. Jimena Jaén

Los vergeles y las huertas que refrescan la villa, dan idea del caudal de agua que fluye de la montaña

Las señoras se llevaban la ropa seca.  Jimena Jaén

El agua venia desde la presa por un canal metálico, por otras partes era canalizado, siempre descubierto, donde los niños en verano metíamos los pies, el agua llegaba abundantemente, las señoras se colocaban unas en frente de las otras.
El jabón casero se utilizaba para todo, lo mismo servia para lavar la ropa, fregar el bedriao , o limpiar cualquier objeto, se guardaba en orzas y se conservaba tapándolo,  recuerdo que algunas veces se ponía duro como una piedras.


El jabón se hacia una vez o dos al año, antes de encerrar (guardar) el aceite de oliva en el hogar para todo el año, los turbios o posos de las orzas del aceite se utilizaban para hacer jabón.
Este jabón se le añadía sosa y ceniza, la ceniza se cernían con un cedazo (ceazo) quedando la ceniza limpia de carboncillos, esta dejaba la ropa blanca.




                                                              Cedazo, en Jimena  (ceazo)  servia para cernir la ceniza.
Por fin se construye un lavadero ,este al aire libre y otro cubierto. Jimena Jaén

Los polvos de colar los vendían en las tiendas, por un real (25cts) de la antigua peseta, para la colada era un desinfectante, lejía en polvo, otro producto que se utilizaba para todo, mesas de madera, eso si a la ropa de color no se le podía añadir. 
Por debajo de la cascada estaba la presa que se abastecía de esta agua, y cuando no llegaba el agua a la fuente se utilizaba como lavadero. Jimena Jaén

Como decía don Antonio Machado, en Jimena mas agua que sed, efectivamente había mucha agua, pero no la teníamos en las casas, con lo cual teníamos que ir a la los pilares por ella, si el pilar lo tenias cerca se traía en cantaros, cubetas, porrones ( bucaros) y cantaras
Fuente de la Estrella, Jimena Jaén,   don Frasquito descansando des pues de beber agua fresca .

Si de cuando en cuando las fuentes en vez de agua permitieran a sus caños verter palabras en sus pilas de granito, estas rebosarían con un discurso claro y cristalino, como el agua, un discurso a través del cual podríamos viajar al pasado para comprender mejor, a la vez instalarnos en nuestro presente para poder pensarlo, incluso imaginar el futuro.
Plaza de la Victoria, años 1945, 1950, detalle de la fuente con su canal, este recibía el agua del grifo y la trasladaba frente al pilar con sus dos caños,  para que fuese mas rápido la toma de agua, al fondo la Torre del Homenaje, y los carteles anunciando la película del domingo. Jimena Jaén.

Si hablaran las fuentes sería como un libro abierto, un libro de historia y de historias, un libro sobre vidas y sobre historias de vidas, sobre pensamientos, conocimientos, sentimientos y creencias de todas aquellas, gentes que un día optaron por ir a echar un trago de sus aguas, a dar de beber a sus animales o simplemente sentarse en su pila y hablar de trabajos de amores y de mil cosas más.
Pilar de la plaza años 1950, 60, dos señoritas llenando sus cantaros, al fondo el arco de la plaza, Jimena Jaén.
El pilar es un libro que nos habla de pensamientos, conocimientos, sentimientos y creencias de todos los que vamos a beber un trago, los que bebieron de sus aguas para calmar su sed.


Las fuentes nos hablarían de como ha cambiado la gente que acudía y acuden a beber de sus aguas, disfrutar con la belleza de sus formas, el sabor y el sonido del agua, dedicarle algún que otro requiebro, como si de una dama galanteada se tratara, y dejarla allí para placer de otros andadores de caminos.

Pilar de la plaza, de derecha a izquierda Manuel el carnicero, Luis el de Matacas, Paco , Paqui la Muda. Jimena Jaén.

Si las fuentes se decidieran a cambiar el monótono sonido del agua al fluir desde el caño y chocar contra ella misma, por esa voz de arrullo que tanto ensalzaría su belleza, podríamos escuchar lo que esta en los libros, las fuentes hablarían con voz y la palabra, sirviendo como canciones, cuentos, refranes, dichos, romances.
¡ Si las fuentes hablasen ! 

   Si las fuentes hablasen los antropólogos las tendrían entre sus más preciados informantes, por la calidad y cantidad de sus testimonios, la objetividad en sus comentarios y el saber que su presencia, en nada altero los comportamientos, en las fuentes se podía hablar sin tapujos la fuente se limitaba a escuchar. Porque a una fuente, en uno o en otro momento, suelen acercarse hombres, mujeres, niños, jóvenes, adultos, viejos, jimenatos y forasteros.

Pilar de los siete caños, situado en el paraje de Canava, foto de don Manuel Delgado Lanzas.

Si las fuentes utilizaran el lenguaje para expresar todo lo que han visto y oído quizá tendríamos que asentir avergonzados con la cabeza.
Cuando alguien bebía de sus aguas o las utilizaba como punto de encuentro amoroso.
También podrían cantar las fuentes, o al menos con cantares dejarse oír en coplas que los hiciera tan importantes para enviar enamorada mensajes a un hombre, para enviar galante piropos y lisonjas a una mujer, para hacerse fuerte ante un desengaño amoroso, para recriminar una actitud degradante y tantas cosas más.
El Pilon, Jimena Jaén.


En el medievo Jimena nace a la literatura presentada en las Serranillas del Marqués de Santillana, quien por entonces guerreaba y se solazaba por estos pagos. 

Pregúntele dó venia
después que la ove salvado
a guál camino facía.
Dijome que de unganado
quel guardavan en Recena,
para coger e varear
los olivos de Ximena

Marques de Santillana



Tres amigas van por agua, años 1940, 1950, Jimena Jaén

Una niña me dio ayer
agua en un cántaro nuevo
ella se muere por mí
y yo por ella me muero 

Canciones populares.


Acarreador de agua. 


Todos los enamorados
se enamoran en el baile,
yo me enamore de ti
yendo por agua una tarde.
Años 1800, la Fuente del Pisar

Amores tiene la fuente
que yo no puedo saber
cuando le acercas al caño
la boca para beber


Canciones populares

Años 1800, llenando las cantaras de agua en los pilares.

El agua es imprescindible para la vida para satisfacer necesidades placenteras y para el uso de cada día.
Todas las sociedades han necesitado estar siempre cercanas a este valioso recurso, en especial cuando los grupos humanos abandonaron el nomadismo. 
La cantara tiene dos asas, lo mismo que el cántaro era lo que las mujeres transportaba el agua a diario.
Roma dominará este recurso como nunca antes lo había hecho otra cultura, quizás sean las técnicas hidráulicas el principal síntoma de evolución cultural. De sencillos procedimientos para almacenar y extraer el agua.

El cántaro solo tiene un asa, estos cantaros los cargaban las mujeres para llevar el agua a las casas.
El agua ademas tenía importantes implicaciones religiosas y filosóficas. Muchas religiones del mundo antiguo consideran al agua como poder originario. De hecho en Egipto, donde el recurso más importante era el Nilo, existía una liturgia relacionada con el agua en los templos. Para los filósofos, no se equivocaban, eran una sustancia siempre presente en los organismos vivos. Muchos fueron los que afirmaron que el agua, entre otros, siempre era una sustancia básica.
La cantarera estaba presente en todas las casas, lo mismo pasaba con el botijo, se le conocía en Jimena Jaén con el nombre de porron .
Los romanos.
Parece lógico pensar que lo más sencillo es tomar el agua de los rios, lagos y lagunas.
Sin embargo,las aguas de estos no eran tenidas en buena consideración.
Los ríos, en especial, han sido siempre los lugares naturales para el desecho, la putrefacción de animales muertos. Los romanos decían que puede provocar que el agua de estos no fuera lo suficientemente salubre para el consumo. De hecho el propio Vitrubio da diversas técnicas para averiguar la calidad del liquido. Por ello, los romanos idearon diferentes maneras para abastecerse. 
Cantarera, donde se colocaban los cantaros.

En el s VI; a C; las casas romanas estaban dotadas de cisternas que recogían el agua del tejado. Hacia el s III. a C; para mejorar la recogida del agua, se comenzaron a construir “compluvium por donde caía el agua procedente de distintos tejados ya fueran por el propio alero, ya fuera por las gárgolas que decoraban el final de los tejados. El agua de esta manera, caía al interior del patio, siendo recogida en un estanque, realizado en piedra o mármol, llamado “impluvium” usado también como elemento decorativo. en este lugar, el agua reposaba para que las impurezas arrastradas a lo largo del tejado se depositaran en el fondo, filtraban el agua en otro deposito subterráneo y desde este era canalizado por toda la vivienda. 


Pilarillo de Canava, 








Fuentes y Presas.

Para su mejor uso, se solía realizar canalizaciones así como la construcción de estanques que permitieran almacenar el agua. Estos lugares recibieron el nombre de nifeos, pues se consideraban que en ellos habitaban las Nifas y en ocasiones también las Musas, Narciso y otras divinidades relacionadas con el agua.


Alberca de Canava, carretera Albanchez, Jimena, Jaén

Los lugares sagrados de los celtas se hallaban al aire libre y estaban íntimamente relacionados con la naturaleza. De esa naturaleza forma parte importantísima el agua en sus distintas manifestaciones: fuentes, lagos, ríos, pozos votivos. 
La alberca en todo su esplendor. Jimena Jaén

La fascinación por el agua es algo inherente al hombre. Las fuentes están presentes en leyendas de origen galés e irlandés, donde las doncellas ejercen de sacerdotisas guardadoras. Una de estas tradiciones culpa a la violación de una doncella por parte de un hombre ebrio, el que la fuente se desbordara e inundara el país. Estudiosos del tema celta afirman que la fuente que se desborda representa la fecundidad que viene del agua a través de la mujer.
Pilar de las afueras de Jimena Jaén.

Caminante si al pasar por aquí, pasas sediento
detente por un momento
a beber y descansar
que en medio de este olivar
a la orilla del camino y al alcance de tus manos
ha colocado el destino
dentro del cubo de olivo
la Fuente de la Salud.

Esto lo decía mi abuela refiriéndose a la Fuente de la Salud, años 1800.
Mi tita Manuela me lo enseño 1900.
Yo lo recuerdo en el 2015.
Pilar del Moro, Jimena, sierra Magina, Jaén.

Aparte de las corrientes fluviales, los pozos y estanques también han sugestionado a los pueblos de la antigüedad, tomándolos con mucha frecuencia por residencias de genios del lugar. Es el caso del dios ibérico Airo o Aironi, al cual se dedica un ara en Fuente Redonda (Cuenca) y en Uclés y San Esteban de Gormáz (Soria). Este es uno de los casos más claros de pervivencia de un culto prerromano, pues existen en la actualidad varios pozos llamados “Airones”, no lejos, por cierto, de los lugares donde han aparecido aras. Así en Garci Muñoz, en Cuenca, Ciudad Rodrigo (Salamanca), Baraona (Soria) y Hontoria del Pinar (Burgos). Cerca de La Almarcha, en Cuenca existe o existía un pozo mefítico llamado Pozo Airón, donde no se criaban peces y cuya agua era de sabor desagradable. De él se cuenta una leyenda ambientada como tantas otras “en tiempos de moros” y en la cual un tal Bueso, casado con 24 mujeres, comprensiblemente abrumado por la situación tomó por la calle del medio y las zambulló a todas en el susodicho cenagal. No sin antes despojarlas de todas sus joyas. 
Pilar de la plaza. donde los chiquillos se divierten con el agua. Jimena Jaen.
Pájaro del agua

¿qué cantas, qué encantas?

A la tarde nueva
das una nostalgia
de eternidad fresca,
de gloria mojada.
El sol se desnuda
sobre tu cantata.

¡Pájaro del agua!

Desde los rosales
de mi jardín llama
a esas nubes bellas,
cargadas de lágrima.
Quisiera en las rosas
ver gotas de plata.


 ¡Pájaro del agua!

Mi canto también
es canto de agua.
En mi primavera,
la nube gris baja
hasta los rosales
de mis esperanzas.                                  Juan Ramón Jimenez

¡Pájaro del agua!

Amo el son errante
y azul que desgranas
en las hojas verdes,
en la fuente blanca.
¡No te vayas tú,
corazón con alas!

Pájaro del agua
¿qué encantas, qué cantas?

El pilar de la plaza , alegría de los niños. Jimena Jaén.

Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río
a las orillas del mar,

El pilar de la plaza. el agua cristalina y fresca. 
Mar, ¿donde vas?
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar

chopos, y tu ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
yo...¡temblar!

¿qué deseos, qué no deseo,
por el río y por la mar?

Cuatro pájaros sin rumbo

en el alto chopo están.

Federico García Lorca


Pilar de Canava. Jimena Jaén.

Cerca del agua te quiero llevar,
por que tu arrullo trascienda del mar.
Cerca del agua te quiero tener,
por que te aliente su vivido ser
cerca del agua te quiero sentir,
por que la espuma te enseñe a reír.
Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer
cerca del agua perdida del mar,
que no se puede perder ni encontrar.

                            Miguel Hernandez

La fuente de la estrella, donde han bebido de sus aguas todos los habitantes de las primeras cruces. Jimena Jaén.

Mi estrella
Deja la ventana abierta
que espero a la madrugada.
- Soy amiga de una estrella
que le gusta mi almohada.

Y cada noche, después
de hacerme guiños a oscuras,
corre a meterse en mi cama
y dormimos las dos juntas.


Pilar de las pilas. Jimena Jaén.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir por ejemplo: <<La noche está estrellada>>.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
¡ La besé tantas veces bajo el cielo infinito !
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido,

Pablo Neruda.
Pilar de las Machorras, oidor de suspiros apagador de sed de amor. Jimena Jaén
La copla.
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.

Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.
                                                          
Manuel Machado.   
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.
Puesta de sol,  al fondo la Torre del Homenaje, y la Torre de la Iglesia. Fotografía de doña María Francisca Muñoz Marin ( (   (Paca)  Jimena Jaén.


Vino, sentimiento, guitarra y poesía
hacen los cantares de la patria mía.
Cantares...
Quien dice cantares dice Andalucía.


Cantando los Cantares de Manuel Machado, y con la mochila al hombro, recorro el camino que siempre pise en mi niñez, voy en busca de otro recuerdo.

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