PSIQUE REANIMADA POR EL BESO DEL AMOR.



Escultura de Antonio Cánovas  realizada en 1786 al 1793.


Psique reanimada por el beso del amor.
Psique (en griego la palabra quiere decir alma) divinidad griega y protagonista de un mito latino, es la personificación del alma.



Psique reanimada por el beso del amor, también llamada El amor de Psique o El beso, es una escultura de mármol de estilo neoclásico que representa a Cupido y Psique.
Realizada por el escultor Antonio Canova Tamaño: 1,55 m x 1,68 m
Ubicación: Museo del Louvre.



Sin embargo, Psique era tan bella que seguía virgen porque su belleza sobrehumana asustaba a sus pretendientes. Afrodita ordenó a su hijo Eros, el dios del amor, que castigara a la atrevida mortal. Por eso, algún tiempo después, un oráculo mandó al padre de Psique, bajo la amenaza de una terrible calamidad, que llevara a su hija a una roca solitaria donde sería devorada por un monstruo.

Las tres gracias del escultor Antonio Cánovas.
Para evitar la ira de su madre, una vez que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche, en medio de la oscuridad, se amaban. Una noche, Psique le contó a su amado que echaba de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros aceptó, pero también le advirtió que sus hermanas querrían acabar con su dicha.


Psique del escultor Antonio Cánovas. 
A la mañana siguiente, Psique estuvo con sus hermanas, que le preguntaron, envidiosas, quién era su maravilloso marido. Psique, incapaz de explicarles cómo era su marido, puesto que jamás lo había visto, titubeó y les contó que era un joven que estaba de caza, pero acabó confesando la verdad: que realmente no sabía quién era. Así, las hermanas de Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su verdadera apariencia.


Heros o Cupido durmiendo y Psique lo reconoce a través de la lampara. 
 Psique les hace caso y enciende una lámpara para ver a su marido. Una gota de aceite hirviendo (de la que  cae sobre la cara de Eros dormido, que despierta y abandona, decepcionado, a su amante.



Psique reconociendo a Heros o Cupido. autor Joseph Marie.


Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho, ruega a Afrodita que le conceda recuperar el amor de Eros, pero la diosa, rencorosa, le ordena realizar cuatro tareas, casi imposibles para un mortal, antes de recuperar a su amante divino. Como cuarto trabajo, Afrodita afirmó el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, que además había provocado que perdiese parte de su belleza.
Psique abriendo la caja. de Willian Wate.

Psique  tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio,  Psique subíó a una torre, decidiendo que el camino más corto  pero una misteriosa voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta secreta.


Caronte y Psique, de Spencer Stanhope.


En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí, Perséfone conmovida por su hazaña, dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita.

Thescu del escultor Antonio Cánovas.


Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacía esto, Eros le amaría con toda seguridad. Para su sorpresa del interior brotó un «sueño estigio», o sea un vapor narcótico que sume en la amnesia a los muertos cuando llegan al Hades. Eros, que la había perdonado y seguido en secreto por su aventura, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique.

Galeria Borghese de Roma. escultor Antonio Cánovas.

Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita, olvidando sus rencores bailó en la boda de Eros y Psique, y fruto de su unión tuvieron una hija llamada Hedoné (para los griegos) o Voluptas (para la mitología romana), la personificación del placer sensual y el deleite.
Venus vencedora de Antonio Cánovas.



Etimología de la palabra psyché

El verbo griego ψύχω, psycho, significa «soplar». A partir de este verbo se forma el sustantivo ψυχή, que alude en un primer momento al soplo, hálito o aliento que exhala al morir el ser humano. Dado que ese aliento permanece en el individuo hasta su muerte, ψυχή pasa a significar la vida. Cuando la Psique escapa del cadáver, lleva una existencia autónoma: los griegos la imaginaban como una figura antropomorfa y alada, un doble o eidolon del difunto, que generalmente iba a parar al Hades, donde pervivía de modo sombrío y fantasmal. Según cuenta muchas veces Homero, la psyché sale volando de la boca del que muere como si fuera una mariposa (que en griego se escribe también psyché); razón por la cual algunas personas ven en la mariposa un psicopompo.

Estudio de Antonio de Cánovas.






Esculturas de Antonio Cánovas.

Dejamos descansar a Psique.  No olvidaremos a este genial y gran escultor que fue el italiano Antonio Cánovas.

 Caminante no hay camino, hacemos camino al andar y al volver la vista a tras, vamos pensando en recatar otra leyenda  que nos haga pensar .  













VIA LACTEA, LECHE DERRAMADA POR LA DIOSA HERA

Hera amamantando a Hercules. cuadro de Rubens.
La Vía Láctea, la leche materna derramada por la diosa Hera
El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. 


La bautizada “Vía Lactea”: la galaxia en donde se halla el Sistema Solar en el que habita nuestro planeta

Según los antiguos griegos, el orbe en el que vivimos permaneció errante durante mucho tiempo y sin un lugar estable en donde asentarse. Y en este trajinar “nómade” de la Tierra se acopla el mito del nacimiento de la Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos. Ahora bien, ¿de dónde proviene el hecho de llamarla de este modo? Respecto de la noción de “Vía” nadie podría dudar que se refiere al “camino” que realizan los distintos sistemas planetarios (como el Sistema Solar), pero pocos saben la naturaleza del término“Láctea”

Alcmena y Zeus.
Cuando el dios Zeus no conseguía los favores que pretendía de las mujeres en el primer intento, no dudaba en utilizar sus poderes, esto ocurrió cuando sedujo a Alcmena:
Alcmena era nieta de Perseo, mujer de gran atractivo, honrada y enamorada de su esposo Anfitrión. No se había consumado el matrimonio cuando el marido tuvo que partir a la guerra.

Zeus aprovechó la ocasión, tomó el aspecto de Anfitrión y se unió con Alcmena en una noche que duró setenta y dos horas, tiempo durante el cual no salió el sol.


Al día siguiente, regresa su marido y también se une sexualmente a su esposa. Alcmena concibe así a dos hijos, uno por intervención del dios y otro de su marido. Los niños son gemelos con un día de diferencia. El mayor se llama Heracles (Hércules) y es hijo de Zeus, mientras que de Anfitrión nace Ificles.
Cuando Alcmena escucha todos los detalles de las batallas que le cuenta Anfitrión, ella le replica que ya lo sabe todo y además no demuestra gran efusión cuando su marido regresa. Anfitrión, intrigado, le pregunta al anciano adivino Tiresias sobre el asunto, y éste le revela la verdad sobre la relación entre Alcmena y Zeus.


Alcmena con su hijo Hercules.
Anfitrión deseó castigar a su esposa, a pesar de saber que ella no había tenido culpa en el asunto, y la iba a quemar en la hoguera. Zeus intervino y envió una fuerte lluvia ante lo cual, Anfitrión perdonó todo y decidió incluso hacerse cargo del hijo del dios.

Hera es guiada por pavos reales.

El problema sobreviene cuando Hera (esposa inmortal de Zeus) se entera de todo y se vuelve presa de sus celos. Cuando Alcmena va a dar a luz, Hera interviene y logra que el parto se prolongue hasta los diez meses.
Zeus.
Zeus, conociendo los designios homicidas de su esposa, decidió que su hijo recién nacido bebiera la leche materna de Hera para que adquiriera cualidades de los dioses, por lo que mezcló a Heracles entre sus descendientes bebés (Ares  y Hebe) para que la diosa lo amamantara. Hera, sin percatarse del ardid, comenzó a darle el seno materno a Heracles, que succionaba con fuerza la leche divina; pero cuando la reina del Olimpo escuchó el llanto de su hijo Ares se dio cuenta del engaño y apartó violentamente a Heracles de su pecho, derramando kilómetros y kilómetros de leche que sobrepasaron las fronteras del Olimpo y se extendieron por todo el éter.


Zeus.  ( Gjubreto).
Los  hijos Hera con Zeus fueron:
Ares dios de la guerra y la lucha brutal,se caracteriza por ser un dios violento y agresivo.
Hefesto, personificación del fuego,dios de la metalurgia, herrero oficial de las divinidades y los héroes.
Hebe, representación divina de la juventud eterna, cuya principal función era servir a los dioses el néctar y la ambrosía.
Ilitía, diosa de la gestación, protectora de las madres en el momento del parto.
Tifón (que nació únicamente de Hera, con la ayuda de la Madre Tierra )monstruo terrible,que tenía el cuerpo cubierto de escamas y ojos que lanzaban llamas.

Hera amamantando .
No obstante, la leche ingerida por Heracles (Hercules) bastó para que el niño alcanzara la fuerza olímpica de los dioses. Hera, por su parte, prosiguió en sus intentos de asesinar al hijo bastardo de su marido y envió dos serpientes a su cuna, aunque el extraordinario niño las lapidó con sus manos y se puso a jugar con los cuerpos inertes de los animales.



Hércules mata a las serpientes que le había enviado Hera.


Hércules significa ""Glorioso regalo de Hera""

Hera molesta con la aventura que había tenido su marido. Debido a esto quiso asesinar a Hércules. Pero para Hera no fue suficiente quería limpiar su honor. Sabiendo que no podía vencer a Hércules y no era lo suficientemente poderosa como para convencer a Zeus contra su propio hijo, concibió un plan: haría que la vida de Hércules fuese lo mas miserable posible. 

Vía Láctea.

Pero más allá de la leyenda de Heracles, el punto es que el mito de la leche derramada de Hera suscitó la investidura de “láctea” a nuestra galaxia. A partir de ello, Gea, la divinidad que representa a nuestro planeta, se ubicó cerca de esa ruta láctica para nutrir al mundo de la fuerza de los dioses…





Dejamos a los Dioses Zeus y Hera solucionando el problema de infidelidad.


Vía Láctea  o Camino de Santiago.




Recogiendo la mochila hacemos camino al andar, siempre en busca de otras historias que me hagan disfrutar.

LA DIOSA MADRE DE LA TIERRA


Gea  Madre de la Naturaleza.


Cuando el senador norteamericano y militante ambientalista Gaylord Nelson instaló la fecha del 22 de Abril como el Día de la Tierra, allá por los años ´70, lo hizo en pos de una concientización de la imperiosa necesidad de cuidar nuestro orbe de amenazas palpables como la superpoblación y la contaminación ambiental, entre otras. Sin embargo, es poco probable que el legislador estuviera al tanto del origen mitológico de la Tierra dentro de la mayor fuente cultural de occidente, como lo es la Mitología Griega. Y en ese sentido, Gea (o Terra en la concepción nominal de los romanos) era la “diosa madre” para los antiguos griegos, quienes encontraron en esta divinidad la explicación del nacimiento del planeta.

La Madre de la Vegetación. 


Gea, o Madre Tierra, era la gran diosa de los antiguos Griegos. Ella representaba a la Tierra y era adorada como la madre universal. En la mitología Griega, ella creó al Universo y dió a luz a la primera raza de los dioses (los Titanes) y los primeros humanos.





En la historia de la creación de los antiguos Griegos, el Caos precedió a todo. El Caos estaba hecho de Vacío, Masa, Obscuridad y Confusión. Entonces surgió la Tierra, en la forma de Gea. De la Madre Tierra brotó el cielo estrellado, con la forma del dios del cielo Urano. De Gea también surgieron las montañas, los llanos, los mares y los ríos que constituyen la Tierra como la conocemos hoy.

Gea Madre de las Flores.



Gea, o Madre Tierra, era la más antigua de todos los dioses de los antiguos Griegos. Ella era conocida como la diosa suprema tanto por los humanos como los dioses. Ella presidía sobre los matrimonios y los juramentos y era honrada como una profetisa.

Gea Madre de la Vida.


 Madre Tierra emergió abruptamente. Es decir que Gea fue una de las primeras entidades en ese estado inicial del Universo y se la considera, en efecto, como una divinidad ctónica, lo que equivale decir que brota de la misma tierra, de su propio “seno”. Podría aseverarse, asimismo, que cuando Gea nace, el Caos desaparece, por tratarse en cierta forma de fases contrarias entre sí. Este detalle designa que estos nacimientos no son frutos de las relaciones sexuales, en gran parte porque el Amor (Eros) emergió como ente primordial al mismo tiempo que Gea, lo cual impedía las relaciones sentimentales entre las entidades. En resumidas cuentas, luego del Caos surgen Gea, el Amor y también el Inframundo.

Tierra Madre.

 Eros o el Amor. Existen en efecto dos concepciones de este dios: la primera de ellas lo concibe como un ente primordial como lo abordamos en esta oportunidad, mientras que la segunda lo forja como hijo de Afrodita, diosa de la sexualidad, y Ares, dios de la guerra. Esta dualidad nunca ha sido resuelta por los mitólogos.


Gea y la Naturaleza.



Gea engendró por motu proprio a Urano, representación del Cielo estrellado. Pero en esta historia el hijo se transformará en esposo, ya que con su hijo Urano Gea dará rienda suelta a su “descendencia” y a la creación de todas las cosas que hay en el planeta. En efecto, entre Gea y Urano procrearon a Océano (dios mayor de las aguas del mundo), a Ceo (dios de la inteligencia e inspirador del concepto de ceo en las empresas), a Hiperión (dios de la Luz y padre de Helios, el sol), a los Cíclopes, a las Musas (diosas de la inspiración artística) y a los Titanes. Esta hermosa alegoría recrea de manera atractiva la creación paulatina del mundo en el que vivimos, según la Mitología Griega.

Gea Madre de la Tierra.



Podemos decir que Gea era considerada una diosa de vida pero también de muerte, con lo cual descollaban en sus “características” tanto la bondad como el recelo. Se la concebía como una mujer gigante de enormes senos, con cuerpo joven (símbolo de su eterno vigor y vigencia) pero con un rostro avejentado (como emblema de su longevidad), que cobró vital importancia en las devociones helenas en los cultos de los distintos dioses.

La Madre Naturaleza.



Nuestra diosa,por último, fue fuente de clasificaciones nominales tanto en su mote griego (Gea) como en su seudónimo romano (Terra). En esta última opción se ha denominado, como hemos mencionado, a nuestro planeta, mientras que en la primera se le ha hecho honor con el nombramiento del continente único que existió en la era Paleozoica, llamado “Pan-Gea”.






 Gea es comúnmente representada como una mujer «de amplio pecho», voluminosa y de robusta complexión que surge del suelo con las manos extendidas, expresiones y ademanes de súplica por sus hijos, algunas veces aparece coronada y sosteniendo una cornucopia en una de sus manos, otras veces la vemos recostada semidesnuda envuelta en un manto verde y rodeada por un grupo de Karpoi (generalmente cuatro) quienes representan los diversos frutos que produce Gea en las estaciones del año


Cuidemos del Medio Ambiente.

A LA TIERRA MADRE DE TODOS

 Cantaré a la Tierra, madre de todas las cosas, bien cimentada, antiquísima, que nutre sobre la tierra todos los seres que existen: cuantos seres se mueven en la tierra divina o en el mar y cuantos vuelan, todos se nutren de tus riquezas. De ti proceden los hombres que tienen muchos hijos y abundantes frutos, oh venerable; a ti te corresponde dar y quitar la vida a los mortales hombres. Feliz aquel a quien tú honras, benévola, en tu corazón, pues todo lo tiene en gran abundancia. Para hombres tales la fértil tierra se carga de frutos, en el campo abunda el ganado, y la casa se les llena de bienes; ellos reinan, con leyes justas, en ciudades de hermosas mujeres, y una gran felicidad y riqueza los acompaña; sus hijos se vanaglorian con  pueril alegría; las doncellas juegan y saltan, con ánimo alegre y en coros florecientes, sobre las blandas flores de la hierba. Tales son los que tú honras, veneranda, pródiga diosa.  Salve, madre de los dioses, esposa del estrellado Cielo. Dame, benévola, por este canto una vida que sea grata a mi ánimo; mas yo me acordaré de ti y de otro canto.


Embarazo de la Tierra Madre. 


En el Himno Homérico aún se da un tratamiento homogéneo a Gea como Madre de la  Naturaleza, como «Madre de todo cuanto existe», esta concepción bien sabemos se va a ir difuminando con el paso del tiempo, pues, incluso ya en tiempos homéricos la figura de la Madre Naturaleza, como una deidad individual, podría verse de manera memorable, es decir, en realidad este himno constituye una «evocación» de la antigua esencia de la Diosa Madre, de la cual sabemos que muchas de sus características se habían venido abonando.




Desde tiempos prehistóricos, desde aquellas famosas figurillas del paleolítico, hasta bien entrada las épocas de civilizaciones metalúrgicas como la llamada «edad del bronce», son muchas las culturas y civilizaciones que adoraron una diosa única como una noción de la «esencia universal de la naturaleza», esta concepción comprende las múltiples características que poseían las diosas madres, eran comprendidas principalmente como: diosas de la fertilidad, pero también de la virginidad, de la abundancia, de la cosecha, de los bosques y de los lagos sagrados, de las estaciones, de los períodos lunares, de la menstruación, de los partos, en fin, de todo principio femenino, y muy comúnmente, este  principio femenino en las mitologías del mundo, la imagen de la Diosa Madre comulga, de una u otra forma, con el principio masculino.




Gea en su condición de ser receptáculo de la simiente del cielo, es decir: la lluvia, la cual es necesaria para que germinen las plantas y los frutos, en ese sentido la tierra cumple un rol pasivo, pero es activo la idea misma de producción de los frutos, aunque, es con mucho, más notable cuando se estremece y crea terremotos y cataclismos, cambiando por completo el curso de la naturaleza, esto Homero lo deja claro cuando dice « a ti te corresponde dar y quitar la vida a los mortales hombres».



Diosa Gea, Madre de los venturosos y de los mortales hombres, creadora absoluta, dadivosa, omnipotente, devastadora, reverdeciente, fructífera, que oportunamente haces brotar hermosos frutos maduros, sólido soporte del Cosmos inmortal, virgen multiforme, que has  parido en doloroso parto frutos de variadas formas, eterna, veneradísima, insondable, dichoso hogar, que alegras el espíritu con tiernas y perfumadas flores de todo tipo, amante de la lluvia, alrededor tuyo gira el espléndido universo de las constelaciones que hace crecer  perpetuos y poderosos ríos, además, bienaventurada diosa, que posees un corazón bondadoso tú puedes agrandar los frutos que alegremente esparces en las fecundas estaciones. 


Dejamos a la Gran Diosa Gea Madre de la Tierra en la cual habitamos, no sin antes prometerle que cuidaremos de sus hijos transformados en Naturaleza.



Recogemos la mochila y nos iniciamos en busca de otra aventura.
Caminante no hay camino se hace camino al andar por estos paisajes que nos brinda la madre Naturaleza.


MITOLOGIA GRIEGA APOLO Y DAFNE


 Escultura de Bernini.


Apolo, hijo de Zeus y Leto, era considerado como el dios de la música, de la poesía, de la luz e incluso de las artes adivinatorias. A lo largo de su existencia había tenido numerosos romances tanto con mortales como con ninfas y diosas.
Apolo persiguiendo a Dafne.

Un día se atrevió a reírse de Eros, más conocido como Cupido, que se encontraba practicando con su arco. Éste, al sentirse humillado por el arrogante dios, decidió darle una lección. Cuando Apolo se encontraba en el bosque cazando, vio a lo lejos una hermosa joven llamada Dafne, que en realidad era una ninfa.


Transformándose en laurel. autor Jakob Auer.


Eros decidió aprovechar el momento y disparó dos flechas. La que disparó a Apolo era de oro, lo que producía un apasionado amor. Sin embargo, a Dafne le disparó una flecha de plomo, cuyo efecto era exactamente el contrario, sentir odio y repulsión hacia el dios que se había enamorado de ella.


Apolo abrazando a Dafne



Apolo entonces decidió perseguir a Dafne allá donde fuera hasta conseguir su amor, pero Dafne, bajo los efectos de la flecha de plomo, huía como podía de él. Al llegar al río Peneo, Dafne, cansada de tanta huida y justo cuando ya Apolo lograba alcanzarla, pidió ayuda a su padre, que no era otro que el dios del río. Éste, teniendo compasión por su hija, decidió hacer lo único que podía salvarla: la convirtió en un árbol, el laurel.




Oleo en lienzo de Benedetto Luti. Palacio del Agua Varsovia.

Cuando Apolo al fin la alcanzaba, vio cómo los miembros de su amada iban quedándose rígidos, sus brazos se convertían en ramas, sus pies echaban raíces y sus cabellos se iban convirtiendo poco a poco en hojas hasta que su cabeza se convirtió en la copa de un precioso árbol.


La more de Apolo por Dafne.

Afectado por lo que acababa de suceder y pensando en cuánto la amaba, prometió que ella sería su árbol, el que le representara siempre. De esa manera, sus hojas adornarían su cabeza y la de aquellos guerreros, atletas, poetas o cantores que triunfaran, convirtiéndose en símbolo de triunfo y victoria.



Caro le costo a Apolo la broma que le gasto a Cupido.

La serpiente Pitón, en la mitología griega, era un monstruo de cien cabezas y cien bocas que vomitaban fuego; era el terror de la campiña de Tesalia porque arrasaba a hombres y animales. Cuenta Ovidio que Apolo, orgulloso por haberle dado muerte, osó desafiar a Cupido, hijo de Venus y de Marte. 


Apolo dando muerte a la serpiente


Dejamos tranquilo al enamorado Apolo y a la bella Dafne.
Historia bonita de la Mitologia Griega

Con la corona de laurel que es el símbolo que Apolo quiso que recordáramos a su amada Dafne.







Caminante se hace camino al andar. Siempre recordando y buscando historias que hagan que la mente no entienda de edad.